La Historia de la ingeniería civil nos sirve para entender el progreso de las infraestructuras, las obras hidráulicas y las de transporte. La construcción de forma organizada de infraestructuras, obras hidráulicas y de transporte de forma organizada y en beneficio del bien colectivo es algo que se ha realizado des de principios de la historia de la humanidad. Si bien es cierto, que en la antigüedad (e incluso la edad media) esta actividad estaba realizada por artesanos, y muchas veces se fundaba más en la tradición que en una base tecnología y racional.
Por ello, la historia de la ingeniería civil tiene muchos aspectos a tener en cuenta. Dado los numerosos espacios y elementos que llega a tocar, podemos decir que los primeros grandes constructores fueron los romanos, que realmente llegaron a construir una gran red de transporte (las vías), así como un gran número de elementos de ingeniería civil para el bien común, todo basado en una estrategia pensada para mejorar la vida y organización de sus ciudades.
También es cierto, que los primeros momentos de la historia de la ingeniería civil los encontramos en los primeros trabajos de física y matemáticas de Arquímedes, en la antigua Grecia, y que de ellos se fueron desprendiendo más marco teórico para su desarrollo.
Con la revolución industrial y la ilustración, asistimos a un nuevo capítulo de la historia de la ingeniería, cuando elementos como el alcantarillado, el acceso de las ciudades, las canalizaciones de agua potable, los diques, presas y demás, empezaron a estar dentro de las estrategias de mejora de las ciudades del mundo, llevando a una mejora de las condiciones de vida de sus habitantes.
Una de las cosas por las que sin ser matemático o ingeniero me despierta el interés por la ingeniería civil, es justamente su utilización por parte del estado como motor económico y de mejora. Sin duda, las autopistas, centrales eléctricas, puertos, aeropuertos, redes de transporte urbano, así como depuradoras o puentes, son sin duda el corazón de la mayoría de las económicas del mundo, hecho que demuestra la importancia de unas buenas infraestructuras, centradas en las necesidades del territorio, y que bien organizadas y planificadas pueden llegar a altos niveles de productividad y de bienestar para sus habitantes.
Como siempre, el estudio de la historia de la ingeniería civil, puede llevarnos facilmente a plantearnos alternativas y nuevas soluciones imaginativas a los retos que las ciudades en red de la globalización necesitan.
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